En las campanadas de nochevieja, en la televisión pública controlada por socialistas que viven en 1934, una supuesta actriz sin talento, una señora pasada de kilos, hacía mofa de Nuestro Señor Jesucristo.
Dios le dará su merecido si no se arrepiente.
Mientras tanto, veamos cuál debe ser la actitud del católico ante la blasfemia.